miércoles, 26 de agosto de 2015

Noche de desvelo

Hola a todos,
Hola después de más de un año de inactividad del blog... Pues aquí me encuentro, casi en el sur del mundo con tanto que pensar, tanto que contar y tanto por hacer que no se por dónde comenzar. Este último tiempo de mi vida ha sido importante en numerosos aspectos, he crecido como persona, como ciudadano del mundo, como científico, como hijo, como amigo, como pareja,... Y todo lejos de mi querido país, aunque uno esté lejos y no case con la situación política y económica actual, siempre dentro lleva el sentimiento patriótico sin el cual acá no hubiera sobrevivido...

Para ser sinceros, me encuentro desvelado, pensando que debo dormir, tengo que hacerlo!!!! Pero no lo consigo... Pienso en lo que me espera mañana en la universidad, lo que debo hacer en el laboratorio, los artículos que debo leer, el que yo mismo debo terminar de escribir, las clases que debo preparar, lo que vendrá dentro de un mes más, etc etc etc,... Pero aparte de todas las preocupaciones diarias, hay algo que me ronda la menta, muchos recuerdos bonitos de mi infancia, mi adolescencia y mi etapa adulta con mis seres queridos. Pienso en mi santa madre, digo santa porque LO ES, tenerme lejos y tener que conformarse con verme a través de una imagen que no siempre es nítida... Y pienso sobre todo EN TI, no se dónde estarás aunque de que descansas de tus últimos días de malestar, pensar que no puedo verte, ni tocarte, ni reírme contigo, ni preguntarte las cosas más simples de la rutina diaria, me desgarra el corazón todavía 1 año y medio desde que nos dejaste. Darte las gracias por haberte despedido de mi como lo hiciste, grabado lo tengo en mi retina como si hubiera sido ayer.  Te recuerdo cada día, muchas veces al día, como el GRAN PADRE y PERSONA que fuiste, para mi y para muchos lo sigues siendo pues las personas sólo desaparecen cuando dejan de recordarlas y en tu caso no pasara.

Quiero recoger acá algunos de los momentos felices que vivimos juntos, desde mi primer recuerdo cuando me subiste al banco de casa para vestirme porque al día siguiente tenía mi primer día de colegio, o cuando me enseñanbas a leer o atarme los cordones. Recuerdo las canciones que tanto te gustaban y me enseñanbas camino de la huerta o camino de ese lugar que los dos queremos tanto. Recuerdo cuando en el huerto me dejabas jugar con la tierra y el agua hasta que no había un cm de mi sin barro, o cuando me enseñabas como recoger la fruta, como sayar las patatas y como te subías al cerezo a recoger esas cerezas que tanto te gustaba darnos. Recuerdo cuando me protegiste del gallo que me ataco, y cuando me mostrabas los pollitos que las gallinas con mucho esfuerzo habían conseguido criar, también las palomas que juntos tuvimos casi casi por un capricho mío de niño pequeño. Recuerdo tu amor por toda la naturaleza, y como me lo inculcabas con cada letras y frases perfectamente ordenadas. Recuerdo los paseos que dábamos con los perros y el cariño que les dabas, así aprendí como se debe tratar a un animal. Recuerdo tus palabras de cariño hacia mi cuando me llamabas, en esos momentos para uno pasan desapercibidas pero hoy las recuerdo nítidamente deseando volver a escucharlas... Recuerdo nuestros fines de semana en Cubillas, hiciera viento sol o nieve, éramos fieles al pueblo y éramos felices en ese remanso de paz. Recuerdo tus cantos regando el jardín, tus enfados (eran pocos) cuando no llegaba a cenar porque me había quedado hasta tarde corriendo por las callejuelas. Recuerdo tu comprensión ante cualquier problema y tu forma de afrontar los momentos de crisis. Recuerdo tus caminatas por todas esas montañas en las que tanto disfrutaste y de las que ahora estas cerca. Recuerdo tu ilusión por verme con estudios o una profesión aprendidos, tu constancia y perseverancia se me han quedado muy dentro. Recuerdo la primera vez que te diste cuenta que había bebido "un par de cervezas" que me hicieron mal. Recuerdo que te gustaba disfrutar todo aquello que fuera producto de la tierra, el pan, jamón, fabes, etc. Recuerdo tu gusto por el vino tinto y la época gloriosa del "club del vino". Recuerdo muchas muchas muchas cosas más. Recuerdo tus siempre buenos consejos. Recuerdo porque no el venir de tu enfermedad, el shock que para todos supuso, y la valentía y esperanza con que lo afrontaste, realmente ENVIDIABLE. Recuerdo mi llegada a Chile y tu sonrisa de oreja a oreja por verme forjar un futuro. Recuerdo mi primer viaje de vuelta y tu despertar, tu abrazo y como estuviste varios días sin cambiarte los calcetines chilotes que te regale para que no pasarás frío a los pies. Recuerdo tu cara de decepción cuando supiste que me devolvía pero a la vez vi en tus ojos satisfacción y alegría por mi. Y sobre todo, RECUERDO ese último abrazo y ese te quiero que te pude decir horas antes de tomar el avión. Ese fue mi último contacto físico contigo, hoy deseo que vuelva a suceder... Recuerdo momento amargos de los meses siguientes a mi llegada a Chile, pero RECUERDO esa ESTRELLA tan puntual... TE RECUERDO.

Has sido, un ejemplo a seguir, uno de los pilares de mi vida juntó a mama. Los dos habéis conseguido que sea feliz incluso en momentos difíciles, que con más o menos tiempo y acierto haya sabido ir enfrentando los problemas que han ido llegando. Se que me cuidas, que estas ahí, que algún día volveremos a encontrarnos, y que estas lágrimas que hoy derramo son de alegría de poder haber disfrutado muchos años intensamente contigo, aunque me quedaron cosas por decir, que algún día te diré. Gracias por ser como fuiste, gracias por cuidarme y estar ahí.

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